Llamas devorándolo todo.
Manos de sangre que arrancaban la vida de allí donde tocaban.
Cenizas llenando el aire y quedando atrapadas entre sus mechones.
Ojos verdes hundidos en la profundidad del océano.
Labios agrietados y temblorosos.
Pies descalzos dejando difusas huellas en el camino.
Graznidos de cuervos sobre su cabeza.
Muros gruesos que tantos años había costado construir, derrumbados a cada paso.
Sentimientos consumidos por el fuego combinados en un mar de destrucción.
Explosiones a sus espaldas que lanzaban bordes cortantes que abrían en ella nuevas heridas.
Sangre surcando las líneas de sus manos.
Humo saliendo de sus pulmones.
Cicatrices llenando su corazón.
Sombras engullendo su ser.
Gritos desgarrando su vida.
Oscuridad ocupando el vacío.
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9 comentarios:
Por triste que pereza ese es el efecto que causa en la gente la soledad y el vacío, nos convertimos en lago que no somos e intentamos encontrar una manera de vivir que nos sacie... Un texto hermoso.
Besos
Muchas muchas gracias ♥
La verdad es que hacía mucho que no pasaba por aquí...
Creo que las personas acaban viviendo con la esperanza de encontrarse.
Me encantaría tenerte por mi blog.
Perfecto, como siempre.
Un beso♥
Jo, que triste y a la vez tan bien escrito, es que Marta, QUE BIEN ESCRIBESSSS!!!
<3
Impresionante todo lo que trasmites con frases tan sencillas.
He tenido millones de escalofríos.
Es espeluznante pero genial. Adoro cómo escribes♥♥
¿Eres un escritor con una gran historia para compartir? Perteneces aquí > http://www.novelasdeavellanas.blogspot.com
Desde luego, la tristeza, en todas sus variantes y venga de donde venga... Es devastadora. Llamas, vacío, sangre, muros derrumbándose... Una imagen que describes a la perfección.
Yaiza.
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