Signs of a Hidden Struggle.

El traqueteo lejano de un tren fantasma se hundía en las entrañas de aquel bosque. Las nubes negras se cernían sobre todo ser viviente que habitara allí encajando las unas con las otras como las gigantescas piezas de un puzzle. Las huellas que dejaban sus botas en el barro formaban un camino difuso sin un comienzo claro. La capucha la protegía de la fina llovizna que caía sobre ella. Varios mechones azabaches se habían escapado de su coleta y ahora estaban pegados a sus mejillas, que habían perdido el color rosado que una vez tuvieron. Del borde de su labio, colgaban varias gotas de agua que se resbalaban por los esquivos surcos de su boca hasta perderse en la oscuridad. Tenía frío. Pero eso era algo que podía soportar. Empezaba a encontrarse mal. Sabía que la fiebre estaba subiendo, quemándola por dentro poco a poco pero, eso podía soportarlo.

Siguió apartando ramas sin vida a ambos lados de aquel andrajoso camino. Tenía que llegar. No podía quedar mucho más. Sus piernas flaqueaban como las débiles ramas que se agitaban por el viento sin control. Los sonidos del bosque se hacían cada vez más intensos y ella se adentraba más en su mundo.  La neblizna comenzó a cubrir cada resquicio del bosque, dificultando aún más su camino. Creía oír voces llamándola pero se repetía una y otra vez que 'ellos' estarían muy lejos y que jamás la encontrarían. No sabía si aquellas gotas que se había secado con el dorso de su mano era simple agua caída del cielo o algo más cercano a ella, algo que provenía de su interior. Volvió a oír el ruido del tren y una puerta se abrió de nuevo en su corazón. Esperanza. Sin embargo, aquellos ojos marrones empezaban a ocultarse tras sus pestañas. Cuando conseguía mantenerlos abiertos imaginaba que, delante de ella, se encontraba una pequeña bailarina que se mecía entre los árboles, guiándola hacia el camino que buscaba y que giraba violentamente mientras una sombra la arrastraba a las tinieblas del bosque apartándola de ella. Solía soñar despierta. Antes. Constantemente. Ahora, todo era distinto. Desde hacía meses no conseguía proyectar nada fuera de su cabeza, como si los cajones que allí descansaban hubiesen sido cerrados con una llave que no poseía. Por fin había conseguido abrirlos. De pronto, sus fuerzas quedaron reducidas y se precipitó al suelo. Sus manos se hundieron en la tierra húmeda y su rostro quedó a varios centímetros del suelo. El temblor que le recorría la espalda hizo que soltara un grito ronco de dolor. 'Lena'. Levantó la cabeza y miró a su alrededor. Nada. 'Lena'. ¡No!  Intentó incorporarse y sus piernas respondieron al miedo que se extendía por su cuerpo. Corrió lo más deprisa que pudo alejándose de aquella voz. Ya estaba cerca. El suelo temblaba cada vez más. El tren. Lo oía perfectamente. Una espina hizo un profundo corte en su mejilla derecha justo antes de que consiguiera llegar a aquel claro. Una gota de sangre se deslizó por su mejilla sin que ella fuera consciente del dolor. Las vías estaban medio ocultas por la maleza que crecía alta. Subió sobre uno de los extremos de metal ya oxidados y caminó durante unos metros intentando no perder el equilibrio. Su mente se había quedado en silencio.

El sonido de un jadeo no muy lejos de su posición hizo que casi se cayera. Escrutó el lindero del bosque y descubrió unos grandes ojos amarillos que la observaban. Aquel animal tenía la boca abierta y podía ver sus colmillos a través del vaho que formaba cada vez que respiraba. Ella permaneció inmóvil. También le observaba a él. Se bajó de las vías despacio e intentó verlo mejor acercándose con cuidado.
Aquellos luceros amarillos seguían cada uno de sus movimientos. Una de sus patas de un color intermedio entre el blanco y el gris quedó a la vista. Un trozo de tela roja estaba enganchado en sus afiladas garras. Fue como si una mano invisible le golpeara la base del estómago. Dejó escapar su último aliento y su cuerpo chocó contra el frío suelo. '¡Lena! ¡Lena!' Aquella no era su voz. No era la voz que la atormentaba. Unas manos rodearon su cintura y la incorporaron. Oía pequeños retazos de la conversación que tenían aquellas personas que ahora se agolpaban a su alrededor. Su vista seguía fija en el lindero del bosque, donde la oscuridad y el silencio reinaban en la más perfecta armonía. 

'-¿Qué demonios hacías aquí Lena? Estás enferma. ¿Es que te has vuelto loca?' Conocía a ese hombre. Desde el accidente  aquello, había estado con ella más tiempo que cualquier otra persona. Intentó reunir las palabras desperdigadas que flotaban en su mente para formar una simple frase. 
'-Pero él estaba...' Notó cómo el agarre sobre su cintura se hacía más fuerte, casi haciéndole daño. Fue entonces cuando apartó la vista de la nada y centró sus ojos en aquel rostro.
'Lena, esto es demasiado.'-La voz se volvía cada vez más real. 'Está muerto. Siento decírtelo otra vez. Pero tienes...dios Lena, acéptalo de una vez'. Aquellas palabras se clavaron en su piel abriéndole antiguas heridas y dejándola desprotegida. Mientras esos hombres la llevaban lejos de allí, en una laguna cercana, el aullido espectral de un lobo gris de ojos amarillos se perdía entre el incesante ruido de un tren que nunca había recorrido aquellas vías abandonadas.



Me gustaría enseñaros a mi nuevo inquilino. Me falta comprarle la película pero, espero poder usarla pronto


Además, nuevas fotos 


30 comentarios:

Paloma dijo...

Vaya, me dejas sin palabras, sinceramente no entiendo como haces que aunque lo que escribas sea no precisamente breve, empiece a leer y ¡voilà! estoy perdida, no puedo dejar de hacerlo hasta llegar al final. Consigues que sienta lo que escribes y te admiro por ello ^^
Como lo que llevo leído de lo que escribes, esta vez ha sido precioso.
Un beso, y hasta pronto <3

Valle Ruiz dijo...

¿Cómo puedes escribir tan sumamente genial? Wow.

Noni dijo...

Jo me encanta todo lo que escribes, aunque es taan triste!
Un besito, nos leemos.
http://theworldofthelettersanddreams.blogspot.com

Clau dijo...

Dios, es que eres increíble, nunca me cansare de decírtelo, tu, tu manera de expresarte, tus textos <3 Me he enamorado tanto de esta entrada, como de la anterior, son preciosas. Un besazo, sigue siempre asi.

Marta. dijo...

Muchas gracias a las 4 ♥

EscritorSuperviviente dijo...

Escribes muy bien Marta, me encanta.

Marta. dijo...

Muchas gracias jo ♥ Aunque tu historia sabes que es genial.

Laura Bellamy Momsen dijo...

Te odio mucho (con amor). ¿Por qué? Eres increíble, haces unas fotos increíbles, eres preciosa, tienes buen gusto musical, y escribes de una forma... Maldita pasada, de verdad. Lo que más me ha gustado, es que me he podido sentir allí, en ese bosque, corriendo, no sé, la forma en que describes todo, cada mínimo detalle me encanta. Jolín es que todo lo que se me ocurre decir de esto, es que es perfecto, brutal, una pasada. Sigue siendo como eres, escribiendo como lo haces <3

Marta. dijo...

Jo muchas gracias Laura pero si yo soy todo eso, tú lo triplicas ♥

Eme dijo...

Puff, me flipa.
Lo he leído más de cinco veces seguidas y no puedo parar.
Más, más♥

Marta. dijo...

Es que eres un amor, lo que yo te diga. Muchas gracias preciosa ♥

La mitad de tu sonrisa dijo...

Cada vez que entro me gusta mas... creo sinceramente que lo que dices es como magia... tus palabras me encantan !
Un beso, me paso :)
☮ + ⏃ + ∞ + ϟ + ♥

Marta. dijo...

Muchas gracias <3

Daw dijo...

Qué bonito. Me he podido imaginar la escena al completo a la perfección, puesto que has dado una descripción muy detallada, y también los sentimientos, la desesperación, de la chica. ¡El final me ha puesto los pelos de punta! Me gustaría saber cómo continúa esta historia, y si ese lobo gris de ojos amarillos tiene algo que ver con ella (según he entendido así es). Me muero de envidia de tu Polaroid *-* Ojalá encuentre una algún día a buen precio, me encantan.

Un besito,

Daw

Marta. dijo...

¡Gracias!

LULLABY dijo...

Del texto.. que decir, insuperable, ya lo sabes, como siempre!
Pero.. una polaroid??? ai por favor, las adoro, me encanta! que pasada marta!!
L

Marta. dijo...

Muchas gracias cielo ♥♥ :)

Noelia dijo...

buaahh increíble ese final de texto, tan duro y triste que hace imposible no romperse como la protagonista...

Nagore dijo...

Nunca me cansare de decirte lo bien que escribes marta!

Un besito desde ilovemynewstyle.blogspot.com ♥

Marta. dijo...

Muchas gracias chicas ♥

Anónimo dijo...

Me paso la vida entrando en tu blog para ver si has publicado algo, te lo juro. ¿Sabes esa sensación de admirar a alguien sin conocerle? Pues eso me pasa contigo. Adoro tu flickr, tus fotos, tus ediciones, tus textos, ¡todo! Pues nada, que llevo mucho tiempo leyéndote y que ojalá sea mucho más. Tienes mucho talento. Te admira,

una anónima.

Marta. dijo...

Vaya, no sé qué decir. Por una parte me siento muy halagada pero, claro, por la otra...me gustaría saber quién es esa 'anónima'. Aún así, gracias. Espero hablar contigo algún día ♥

Lady Starlight dijo...

OH *-* una polaroid!!!! Qué ganas de que nos enseñes fotos con ella. Seguro que son geniales :D

Marta. dijo...

¡Sí! A lo mejor, mañana con suerte, puedo usarla.

Lau. dijo...

OH DIOS MIO MARTA ES JODIDAMENTE ALUCINANTE. TE ESCRIBO EN MAYÚSCULAS PARA MOSTRAR MI ENTUSIASMO A LEER ESTA MARAVILLA TUYA DIGNA DE SER FAMOSA.
ME HAS MANTENIDO DURANTE TODA LA HISTORIA EN UNA TENSIÓN TERRIBLE, PERO FANTÁSTICA, PORQUE... JODER, ¿QUIÉN ES EL CHICO? ¿QUÉ PASO EN ESE ACCIDENTE? ¿QUIEN MURIO? ¿Y EL LOBO? ES GENIAL, EN SERIO.
TENGO QUE CONFESARTE LO MUCHO QUE TE ADMIRO.
LLEGARÁS LEJOS ESCRIBIENDO, PORQUE LO QUE HACES ES ARTE.
SIGUE ASÍ.
TE ADMIRA,
LAU.

Marta. dijo...

Ais, madre Lau. Gracias jo pero no creo que sea tan bueno mujer... ♥

Unknown dijo...

¡Madre mia, cómo escribes! ¡¡Increible!!
Me quedo por aqui, te espero por mi blog

- Sonreír desde dentro -

Marta. dijo...

Muchas gracias Irene ♥

Anónimo dijo...

No tengo palabras para describir lo que me has hecho sentir leyendo tu entrada. Cada línea me sorprendía más, es simplemente perfecto.

Un beso enorme. ❤

Marta. dijo...

Muchas gracias a ti por decirme eso ♥ Me alegra que te gustara.